Es vital que las cinco disciplinas se desarrollen como un conjunto. Esto representa un desafío porque es mucho más difícil integrar herramientas nuevas que aplicarlas por separado.
Pero los beneficios son inmensos. Por eso el pensamiento sistémico es la quinta disciplina.
Es la disciplina que integra las demás disciplinas, fusionándolas en un cuerpo coherente de teoría y práctica. Les impide ser recursos separados o una última moda. Sin una orientación sistémica, no hay motivación para examinar cómo se interrelacionan las disciplinas.
Al enfatizar cada una de las demás disciplinas, el pensamiento sistémico nos recuerda continuamente que el todo puede superar la suma de las partes.
Por ejemplo, la visión sin pensamiento sistémico termina por pintar seductoras imágenes del futuro sin conocimiento profundo de las fuerzas que se deben dominar para llegar allá.
Esta es una de las razones por las cuales muchas firmas que en los últimos años se han entusiasmado con las “visiones”, descubren que éstas no bastan para modificar la suerte de una empresa.
Sin pensamiento sistémico, la semilla de la visión cae en un terreno árido. Si predomina el pensamiento a sistémico, no se satisface la primera condición para el cultivo de una visión:
La creencia genuina de que en el futuro podremos concretar nuestra visión. Aunque declamemos que podemos alcanzar nuestra visión (la mayoría de los directivos norteamericanos están condicionados para profesar esta creencia), nuestra visión tácita de la realidad actual como un conjunto de condiciones creadas por los demás nos traiciona.
Pero el pensamiento sistémico también requiere las disciplinas concernientes a la visión compartida, los modelos mentales, el aprendizaje en equipo y el dominio personal para realizar su potencial. La construcción de una visión compartida alienta un compromiso a largo plazo.
Los modelos mentales enfatizan la apertura necesaria para desnudar las limitaciones de nuestra manera actual de ver el mundo. El aprendizaje en equipo desarrolla las aptitudes de grupos de personas para buscar una figura más amplia que trascienda las perspectivas individuales. Y el dominio personal alienta la motivación personal para aprender continuamente cómo nuestros actos afectan el mundo.
Sin dominio de sí mismas, las personas se afincan tanto en un marco mental reactivo (“alguien/algo está creando mis problemas”) que resultan profundamente amenazadas por la perspectiva sistémica.
Por último, el pensamiento sistémico permite comprender el aspecto más sutil de la organización inteligente, la nueva percepción que se tiene de sí mismo y del mundo.
En el corazón de una organización inteligente hay un cambio de perspectiva: en vez de considerarnos separados del mundo, nos consideramos
Conectados con el mundo; en vez de considerar que un factor “externo” causa nuestros problemas, vemos que nuestros actos crean los problemas que experimentamos.
Una organización inteligente es un ámbito donde la gente descubre continuamente cómo crea su realidad. Y cómo puede modificarla. Como dijo Arquímedes, “Dadme una palanca y moveré el mundo.
De este modo, las organizaciones que prosperarán en el futuro serán “organizaciones que aprenden”, organizaciones que explotarán la experiencia colectiva, los talentos y las capacidades de cada persona para aprender a triunfar en conjunto. El aprendizaje se convertirá en una forma de vida y en un
Proceso continuo, en lugar de ser una parte específica de la carrera de una persona.
Una organización inteligente, está expandiendo continuamente su capacidad de crear e impulsar un futuro brillante a través de técnicas de aprendizaje efectivas.
Muchas organizaciones tienden a tener un mal aprendizaje por una variedad de razones, entre otras:
- Los empleados crean vínculos emocionales entre sus cargos actuales y sus identidades personales; esto desalienta el cambio.
- Se culpa a los competidores externos, cuando a veces el propio sistema de la organización es el verdadero enemigo.
- La gente se enfoca y reacciona a los problemas, en lugar de aprender a diseñar soluciones que los eviten.
- Los empleados tienen fijación con los eventos externos, en lugar de prestar atención a los cambios graduales y lentos que ocurren en el sistema.
- El personal sabe que se aprende más de la experiencia;
Pero generalmente existe un lapso de tiempo entre una acción y su resultado. Las relaciones causa-efecto se tornan confusas.
Mientras que las organizaciones que no aprenden simplemente reaccionan a los eventos, las Organizaciones Inteligentes tienen la habilidad de cambiar los sistemas internos, para crear comportamientos y eventos diferentes. Así, pueden crear su propio futuro.
Las Cinco Disciplinas de las Organizaciones Inteligentes
Las Organizaciones Inteligentes dominan cinco disciplinas básicas, que describimos a continuación.
Aunque son independientes, las empresas más exitosas las combinan logrando importantes sinergias y beneficios.
El dominio personal. Está continuamente expandiéndose y mejorándose a través estas prácticas:
Los Modelos Mentales. Son supuestos, generalizaciones o imágenes que están muy radicadas en el subconsciente y que influyen en cómo entendemos al mundo y cómo actuamos en él.
Con frecuencia, nuevas ideas no se ponen en funcionamiento porque contradicen alguno de estos modelos.
Las Organizaciones Inteligentes deben manejar sus modelos mentales internos, alentando la adopción de ideas nuevas y originales.
Construcción de una Visión Compartida
Cuando existe una identidad común y un sentido del destino una visión genuina la gente aprende y sobresale.
Una Visión Compartida no es dictada por la alta gerencia. Es algo que surge del interés común y con lo que toda la organización está comprometida.
Debe reflejar las visiones personales de los individuos.
Aprendizaje en Equipo
Es el proceso de alinear las acciones y capacidades de una organización en una sola dirección. Cuando esto ocurre, las ideas son traducidas en acciones, las herramienta son mejoradas y la organización progresa rápidamente. El aprendizaje en equipo tiene tres dimensiones críticas:
1.- La necesidad de pensar con perspicacia acerca de asuntos
Complejos.
2.- La necesidad de la acción innovadora y coordinada.
3.- El intercambio de nuevas prácticas y destrezas.
No se debe confundir el aprendizaje en equipo con forzar a todos a pensar como los demás en la empresa.
El arte de ver los árboles sin dejar de ver el
Bosque:
El pensamiento sistémico no significa ignorar la complejidad, sino organizarla en una exposición coherente que ilumine las causas de los problemas y el modo de remediarlos de forma duradera y apalancada.
En otras palabras, el Pensamiento Sistémico es un equilibrio de información. Identifica las variables importantes, y separa aquellas que tienen menor impacto en el todo. Permite al gerente observar la información forma de patrones amplios y detallados a la vez.
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